Apto para todo tipo de distribución, desde el comercio minorista hasta la distribución a gran escala, es un producto muy flexible: en el mundo hay infinitas formas ligeramente diferentes de hacerlo y de preferirlo.
La elección es amplia: en este caso no solo será el sabor del helado lo que marca la diferencia, sino también lo que lo cubre, obviamente partiendo del tipo de galleta, además de cualquier cobertura de chocolate. La personalización también puede comenzar con la forma y el tamaño, y puede terminar con la adición de trozos en el exterior. Además, el helado se puede enriquecer con adiciones más o menos grandes, como frutas confitadas o frutos secos o mucho más: también en este caso, la elección suele estar dictada por los gustos de la zona geográfica de destino.
Los helados tipo sándwich tienen un proceso de producción similar al de otros helados extruidos, pero obviamente implica pasos adicionales. También se necesita un Teknoline con túnel de endurecimiento, al que se le añade una envolvedora Teknowrap como final del proceso.
